domingo, 21 de julio de 2013

Periactin


En su día  97  se despierta mareado.
Mañana tenemos una fiesta importante. Una atractiva y alegre festividad de verano que él esperaba con ilusión ¿podrá ir? O tendrá que conformarse con quedarse abatido en el sofá, medio adormilado, mareado y con nauseas.

En la crisis anterior empezamos a probar el tratamiento con Periactin y esta vez hemos optado por seguir intentándolo. Con el medicamento se ha pasado las veinticuatro horas después de “su aviso” prácticamente durmiendo, únicamente se ha despertado a las cinco de la mañana, ha vomitado una sola vez, se ha tomado  la pastilla y ha seguido durmiendo.

Al día siguiente se despierta cansado pero bien ¡no está mareado! El Periactin es como “mano de santo” ¡Ha podido disfrutar de la fiesta!

Tendremos  que esperar veinticuatro horas más  para averiguar  si hemos abortado la crisis o simplemente la hemos retrasado y si finalmente y después de veinte años con vómitos y mareos estamos descubriendo un aliado que le reduce y alivia  sus crisis.