Por el post anterior ya sabéis que el 24 de julio tuvo un
aviso muy suave y esperamos prudentemente hasta los 112 días para dar por
saltada la crisis.
El día 30 de agosto se despierta hacia las ocho de la mañana
muy mareado.
Se fue a dormir la noche del 29 con su aliada de batallas,
la palancana, ya que se encontraba un poco raro. Se ha ido despertando durante
la noche y amanece con ese insufrible mareo tan característico de SVC. Consigue
no vomitar y después el día lo pasa bien.
A la mañana siguiente está perfectamente, con un poco de
sueño pues se tomó un diazepan para descansar mejor la noche que esperaba sus
vómitos.
Hoy son ya 144 días
sin vómitos, con dos avisos, pero sin vómitos. Parece que algo está cambiando
en él ¡A ver si podemos ir dejando atrás el fantasma del vómito!
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