síntomas.
Esta vez tiene la gran novedad de su vida, es padre de una preciosa niña desde hace seis días. En este escaso tiempo se ha convertido en todo un padrazo. El mareo le ha impedido poder coger en sus brazos a la pequeña durante unas horas.
Hace tiempo que el síndrome, por suerte, ya ocupa un lugar muy secundario en su vida.
Muchos ánimos para todos a los que el síndrome os hace sufrir y os incapacita para poder seguir una vida normal. Muchos ánimos a los que, con frecuencia, os obliga a la hospitalización. También muchos ánimos a sus familiares por la angustia que os genera este síndrome.
