Hola, soy un chico que tiene la enfermedad de vómitos cíclicos y os voy a contar los cuatro días que me dura el episodio:

Pero entonces pasa ese día y llega la noche, esa noche horrible que no se la deseo ni a mi peor enemigo. Me vuelvo a despertar igual que la noche anterior, pero esta vez sé que será mucho peor. Siempre que me despierto esa noche el mareo es tan insoportable que prefiero estar vomitando todo el rato, de esta forma consigo aliviar el mareo un rato. Entonces me quedo entre dormido y despierto y empiezo a tener unos sueños muy extraños que parecen casi alucinaciones, noto como mi mente y imaginación van a toda pastilla y que cada vez que cierro los ojos se me aparecen todo de imágenes y me monto unas historias bien raras, sueñas mientras estás despierto. Estos sueños me provocan más mareos y al cabo de un rato vuelta a empezar y vomito otra vez. Así me paso toda la noche hasta que veo que ya son las seis o las siete y ya me puedo levantar. Me siento en el sofá y veo la tele unas cuantas horas, durante estas horas estoy, dentro de lo que cabe, bien. Pero entonces pasan las horas y toda la noche anterior sin dormir me empieza a pasar factura y me voy durmiendo poco a poco. Entonces vuelven los sueños, y con ellos los mareos insoportables. Durante unas horas voy tratando al máximo de no quedarme dormido, pero algunos ratos me duermo y después me despierto fatal. Llega la tarde y ya estoy mejor, y al menos sé que lo peor ya ha pasado.
Los dos días siguientes tengo fotofobia y cuando bajo la cabeza ya no puedo levantarla porque noto que me marearé, pero tengo que levantarla, lo hago y efectivamente me mareo. Me paso así los dos días siguientes, con la cabeza bajada todo el día. El primer día mucho más que el segundo, normalmente el segundo ya puedo ir al colegio.
Cuando era pequeño todo esto me pasaba cada dos meses o menos y los síntomas eran más fuertes, vomitaba dos noches y tenia más mareos; pero poco a poco ha ido mejorando y empieza a ser más leve.
Al principio, hace unos años, pensaba que tenia muy mala suerte por tener esta enfermedad y que en este ámbito era muy desgraciado; pero hace unos meses, gracias a tener mucho más contacto con otras familias de afectados, me empezaron a llegar a mis oídos casos de otros niños y chicos que tienen la misma enfermedad que yo pero mucho más fuerte, entonces vi que en realidad era un afortunado y que lo mío no era nada comparado con lo de otros chicos, chicos que les deseo mucha suerte y que les pase rápido la enfermedad.